EN ESPAÑA
todas sus formas. Ya no quedan lugares del país desde los que contemplar
un cielo puro, mientras que otras manifestaciones de la contaminación
lumínica (en especial la intrusión lumínica, la invasión de luz indeseada en
fincas y hogares) forman parte de la realidad cotidiana. La noche es también una rareza sobre muchos espacios naturales cuya integridad ecológica se tendría que conservar. Es bien sabido que el exceso de luz ambiente
ejerce efectos profundos sobre el paisaje, el hábitat y los seres vivos.
Desde la década de 1990, un grupo de ciudadanos intenta concienciar a la
población y convencer a las administraciones públicas para que adopten
medidas. Como resultado se han promulgado normativas municipales y
autonómicas sobre contaminación lumínica. Existen ya normas que regulan el alumbrado nocturno en Cataluña, Baleares, Navarra, Cantabria y
Andalucía, mientras que muchos municipios han dispuesto ordenanzas
específicas. Sin embargo, la tendencia general en estas iniciativas ha consistido más bien en legalizar la contaminación existente (incluso permitir
su incremento), que en asegurar su reducción con medidas eficaces.
La astronomía se ve muy afectada, pero sería un error pensar que
la contaminación lumínica concierne sólo a la ciencia. Es un problema cultural, paisajístico, ecológico, de gestión de recursos, de
habitabilidad, de calidad de vida e incluso de salud. La población
tiene derecho a un cielo nocturno oscuro como patrimonio cultural
y natural. La biodiversidad se ve afectada por la alteración de la
oscuridad natural. La energía desperdiciada contribuye al cambio
climático. Las personas tenemos derecho a disfrutar de una
vivienda en la que sea posible conciliar el sueño durante la noche.
Aunque la astronomía no es la única afectada, sí es verdad que
sus profesionales y aficionados se encuentran en mejores condiciones para entender y difundir la importancia del problema y contribuir a que cambie la actitud general ante la contaminación lumí-
nica, y para exigir que las normativas que se establezcan sean de
verdad eficaces, en vez de irrelevantes o incluso contraproducentes, como por desgracia está ocurriendo por ahora en España
Dos arcos de luz cruzan esta rotonda. Los acompañan
barandillas luminosas y cientos de farolas en la autovía.
El conjunto forma una de las actuaciones de iluminación
de exteriores más aberrantes que se puedan encontrar:
sobre-iluminación, deslumbramiento, intrusión lumínica
en las viviendas cercanas, emisión directa al cielo,
luminarias de vapor de mercurio (mucho menos
eficientes que las de sodio)
LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA EN ESPAÑA
Según un estudio realizado en Francia, cerca de 55 millones de personas en Europa Occidental sufren cotas de ruido superiores a los 65 decibelios; en España representaría el 23% de la población. Además, el 80% de los españoles están sometidos a ruidos que se sitúan por encima de los 80 decibelios.
El ruido debe amortiguarse en la medida necesaria para que deje de molestar en la actividad que nos disponemos a emprender, 30 dBA bastan para impedirnos dormir. El ruido que alcanza niveles de 35 dBA o superiores perjudica la inteligibilidad de la palabra en estancias pequeñas. Dentro de los edificios, el promedio máximo recomendado para los niveles sonoros de fondo es de 35 dBA.
Las estancias con muchas superficies duras pueden ocasionar un "eco" molesto que debe evitarse. Lo deseable es que el tiempo de reverberación sea inferior a 0.6 segundos, incluso en entornos silenciosos.
Con el objetivo de cumplir con el límite máximo de 55 dBA impuesto, se necesita invertir en mejoras como pantallas sonoras, aislamiento en fachadas, ventanas de mejor calidad y asfalto sonoreductor. La pérdida económica atribuible al ruido del tráfico es considerable.
La lana de roca ROCKWOOL tiene una estructura de fibras abiertas que la convierte en el producto ideal para absorber y regular el ruido. Los productos ROCKWOOL reducen el ruido ensordecedor producido por máquinas o por actividades humanas y aportan soluciones ambientales que permiten mantener una conversación normal.
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